Las semillas de albaricoque finamente molidas exfolian la piel eliminando las células muertas.
El aceite de albaricoque, la miel y el pepino unifican la textura de la piel, dejándola suave y rejuvenecida.
El aceite esencial de geranio contribuye a la hidratación y al rejuvenecimiento de la piel.
El agua se ha sustituido por una infusión de té de montaña griego con acción antioxidante.
ADECUADO PARA TODO TIPO DE PIELES
DERMATOLÓGICAMENTE TESTADO